Henan E. Cabarcas Cely
La generación de residuos peligrosos siempre ha sido un problema ambiental ya que algunas empresas no hacen una disposición final eficaz y eficiente, que permita una contención adecuada de estos en los lugares donde están, dando lugar a contaminación de suelos, aire, agua, por procesos de volatilización y lixiviación. Una forma de mitigar este problema es el de bajar la tasa de generación de estos mediante una política de nuevos procesos más amigables “procesos verdes”, los cuales deben producir sustancias sostenibles y ambientalmente amigables, reduciendo así la generación de residuos y obteniendo productos con ninguna o la mínima afectación al medio ambiente; más sin embargo hay residuos peligrosos que su generación no se puede evitar, por tanto se hace necesario que estos tengan un tratamiento de disposición final diferente a los botaderos públicos, en donde cada institución reglamente sobre el manejo de los residuos propios, con el fin de identificar y clasificar los productos por categorías y características específicas, además de establecer políticas de clasificación, control y flujo de los desechos.
Una razón que explica el por qué no se sabe dónde se depositan realmente esos desechos, es porque tampoco mucha gente sabe cuáles son los llamados residuos peligrosos. ¿Cuáles son esos residuos? Se consideran residuos peligrosos aquellos que contienen sustancias o productos que generan toxicidad, inflamabilidad, explosividad, corrosividad, radiactividad y tienen un impacto en la salud o en el medio ambiente. Tales residuos son: los desechos hospitalarios; aceites usados; baterías en desuso; los productos resultantes de la fabricación de plásticos y químicos soluciones alcalinas; residuos de la industria farmacéutica; grasas, jabones, detergentes, desinfectantes y cosméticos; tintes y pigmentos orgánicos; pintura y barniz; residuos de películas, y pegamentos o sellantes. En Colombia y especialmente en Bogotá para mejorar el control de los residuos y su disposición, el Distrito a través de la Secretaria de Ambiente viene trabajando para que las industrias sean "más responsables en el manejo de sus residuos, para que los minimicen, reciclen o reutilicen". Esta entidad viene visitando las empresas del sector industrial para establecer si cumplen o no con la disposición adecuada que deben tener estos residuos y, en caso contrario, empezar a sancionarlas. En Bogotá hay siete empresas que realizan la disposición de estos residuos las cuales cuentan con su licencia ambiental para tratarlos esas empresas son:
Elinte (para aceites usados), Lito (residuos de bombillas, baterías y pilas alcalinas), Gaia Vitare (residuos electrónicos) Industrias Fiq (disolventes usados) y Omnium Multisociedades (líquidos de revelado y películas),Ecocapital y
Ecoentorno, que tratan las 7.320 toneladas de residuos hospitalarios que se generan anualmente en el Distrito. En manera general podemos decir que las acciones para reducir el impacto ambiental de los residuos peligrosos, comprenden en primer lugar, disponer de forma adecuada los residuos empleando empresas especializadas para tal fin. En segundo lugar iniciar políticas de reducción de generación de los mismos en los procesos industriales, y tercero comenzar a emplear la química para innovar creando nuevas tecnologías que permitan desarrollar procesos verdes los cuales la generación de los residuos peligrosos sea mínima o ninguna.
Fotos tomadas de:
www.asael.es/index2.php?sec=1&id=906
1 comentario:
ya lei todos sus articulos y lo felicito profe son muy buenos me alegra saber que la persona que me educo en esos saberes es una persona tan bien comprometida y capacitada con el ambiente muy vacano profe espero q muchas mas personas puedan segir aprendiendo de usted hasta luego
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