martes, 24 de marzo de 2009

NECESITAMOS UNA REVOLUCION AMBIENTAL
Por: Rusben Ruiz Molano

“Cuando el bumerang te golpee en la cabeza,
No lo patees; pregunta quien lo tiró”



Sin lugar a dudas, la revolución industrial creó el mundo moderno, caracterizado por las fábricas, las ciudades industriales y los medios de transporte. Creó también la riqueza y los grandes mercados de consumo con una sociedad de consumidores creciente e inconsciente. Este nuevo estilo de vida que se ha venido abriendo paso por más de 200 años, estableciendo su propia dinámica y sus propios paradigmas, dio origen a muchas otras cosas entre las que se cuentan el urbanismo y el crecimiento de la riqueza y la población. Pero con el advenimiento de la era industrial, el hombre también potenció la contaminación ambiental a una escala sin precedentes en la historia de la humanidad y creó las enfermedades producidas por las industrias y los autos.

De ninguna manera se pretende afirmar que la contaminación ambiental antropogénica tiene su origen en la industrialización, ya que toda actividad humana implica necesariamente un grado de deterioro ambiental. Pero los altísimos niveles de contaminación registrados hoy por los especialistas nos hace preguntar si estamos haciendo las cosas bien, o si por el contrario, necesitamos revaluar y redimensionar lo que conocemos hoy en día como “desarrollo”.

Para dimensionar el tremendo impacto negativo del actual modelo de desarrollo, los invito a que, de manera secuencial, miren los siguientes tres videos (haga clic en el primer vínculo y terminado el video haga clic en “atrás” para regresar a esta página)

La historia de las cosas. Parte 1 de 3:
http://www.youtube.com/watch?v=cQSbAD9M1QQ

La historia de las cosas. Parte 2 de 3:
http://www.youtube.com/watch?v=9Cxviu6Tzj0

La historia de las cosas. Parte 3 de 3:
http://www.youtube.com/watch?v=jLJqYGnKN-o


Necesitamos con urgencia una revolución ambiental

Así como el mundo moderno es el resultado de una revolución industrial, el futuro de las nuevas generaciones sólo será posible si gestamos una revolución ambiental que contrarreste los efectos negativos del actual modelo de desarrollo, y que a su vez restablezca el equilibrio perdido de la ecósfera, devolviéndole al hombre y a las demás especies vivas la calidad de vida a que tienen derecho.

Para comenzar, el hombre tiene que abandonar su arrogancia frente a la naturaleza, entendiendo de una vez por todas que desde todo punto de vista él forma parte integral de ella. No es posible que el hombre continúe “independizado” de la naturaleza, sin sufrir grande daño, pues la historia nos está demostrando que el deterioro ambiental genera empobrecimiento humano.

Necesitamos un modelo de desarrollo ecocéntrico (no egocéntrico), que se centre en la relación Naturaleza-Hombre, en donde el ser humano y la naturaleza sean intrínsecamente inseparables (concepción holística de su propia realidad). En esta nueva visión, el ser humano en sí, independiente de su entorno vital, es una propuesta imposible.

Para que dicha revolución ambiental tenga éxito, se debe formar al ser humano en valores, conceptos y conductas (a cualquier edad) que ayuden a prevenir los daños ambientales. Al mismo tiempo, la revolución ambiental debe capacitar al hombre para que comprenda de manera consciente la relación con el entorno en que vive, así como las causas y efectos de la interdependencia que tiene con todo lo que le rodea.

Finalmente, debemos dar lugar a una revolución ambiental que busque el rescate de la esencia y la inteligencia naturales del ser humano, para que éste sea más natural, menos racional, más primitivo, si se quiere. Esto, de ninguna manera, implica un retroceso cultural de la civilización, pues en todo ser humano existe un ser natural, biológico, capaz de vivir en armonía en la tierra que lo produjo, y un ser racional, un individuo social, civilizado, que se empeña en crear para sí progreso y desarrollo.

Para terminar esta breve reflexión, los invito a escuchar a la niña que silenció al mundo por seis minutos ante la ONU (tal vez escuchemos lo que todo ser humano debiera denunciar).

Haga clic en el vínculo:

http://www.youtube.com/watch?v=DLV6jaZFLro

lunes, 16 de marzo de 2009

PROGRAMA DE RECUPERACION DE RESIDUOS RECICLABLES EN EL SENA – CENTRO DE GESTION INDUSTRIAL
Complejo Paloquemao
Calle 15 No. 31-42
Tel: 5960100 Ext: 15453



El Centro de Gestión Industrial del SENA, regional Distrito Capital cuenta con un Plan Institucional de Gestión ambiental, dentro del cual en materia de residuos, se cuenta con dos programas de gestión.

  1. Programa de Gestión de residuos Ordinarios
  2. Programa de Gestión de residuos Peligrosos.


    PROGRAMA DE GESTIÓN DE RESIDUOS ORDINARIOS


Los objetivos esenciales de este programa son los siguientes:


  1. Organizar el sistema de recolección, transporte interno, ruta de residuos, almacenamiento y disposición final de residuos no aprovechables.
  2. Implementar el código de colores para la gestión de residuos según la GTC-24 del ICONTEC.
  3. Definir un programa institucional de reciclaje, mediante la implementación de procesos de separación en la fuente.
  4. Señalización de sitios de recolección y acopio de residuos reciclables.
    Implantar medidas de minimización en la generación de residuos sólidos


RECUPERACION DE RESIDUOS RECICLABLES
En el momento en el centro se recuperan los materiales aprovechables para el reciclaje como: Papel, cartón, Plástico, vidrio y metal; para ello se lleva a cabo la aplicación de las siguientes operaciones:

Separación en la fuente de los residuos por tipo según codificación por color de acuerdo a la GTC-24 del ICONTEC.

  • Recolección y transporte mediante ruteo interno en el centro.
  • Almacenamiento temporal de los residuos.
  • Comercialización de residuos reciclables.


En el siguiente cuadro se presenta el esquema de gestión aplicado a los residuos ordinarios y reciclables generados en el centro.

A continuación se presentan elementos en detalle del programa de recuperación de residuos reciclables.