domingo, 21 de febrero de 2010

LA CULTURA DE LA NO BASURA EN EL CENTRO DE GESTIÓN INDUSTRIAL

Como es sabido por todos nosotros al interior de la comunidad del centro de Gestión industrial, existe desde hace un poco más de dos años un programa de los residuos que denominamos ordinarios, es decir aquellos que están constituidos por aquellos que no tienen valor de uso para el generador, ni valor económico, como ejemplo de ellos menciono los siguientes: Servilletas, colillas, vasos y bolsas desechables donde venían alimentos y que están impregnados de éstos, etc.

Estos residuos son los que se producen en mayor cantidad en nuestro centro, y se deben depositar en los recipientes de color verde, que luego con una frecuencia diaria son llevados al depósito central de residuos, el cual está localizado en el costado nororiental del Complejo.

Hasta ahí todo pareciera marchar bien, pero en la realidad cuando se inspecciona este lugar encontramos con sorpresa que en este sitio encontramos mezclados con los residuos ordinarios, un grupo de residuos que denominamos los aprovechables (Reciclables), entre ellos: Papel, Cartón y Plástico, los cuales contrario a los ordinarios referidos anteriormente, si tienen un valor económico.


Foto No. 1 En un aula. Foto No. 2 En el depósito de residuos ordinarios.

En el decreto 1713 de agosto de 2.002 emanado del MAVDT, se invoca como uno de los principios de la gestión integral de los residuos sólidos el de la cultura de la no basura, el cual textualmente dice:

“Cultura de la no basura. Es el conjunto de costumbres y valores de una comunidad que tiendan a la reducción de las cantidades de residuos generados por sus habitantes en especial los no aprovechables y al aprovechamiento de los residuos potencialmente reutilizables”.

Sería muy bueno empezando por todos los que hacemos parte de esta comunidad académica comenzar a interiorizar este principio en nuestros hábitos y conductas con nuestro ambiente, si reducimos la cantidad de residuos que van al relleno sanitario ganamos todos, alargando la vida útil de los rellenos sanitarios, nos costaría menos lo que pagamos por servicio de aseo público y además tendríamos recurso extras para mantener nuestro programa de gestión de residuos en nuestro centro.

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